Lo que más perjudica al mantenimiento de las puertas es el polvo, así como el constante contacto con estas. En ciertos espacios puedes llegar a encontrar telarañas, además de esa incómoda capa de polvo que perjudiquen su imagen. Por eso, lo primero que vamos a hacer será eliminar toda la suciedad de las puertas. Para ello, se puede hacer uso de un plumero, de un paño o incluso de una aspiradora.